A pulso y tirando del sistema de poleas, Goyo consiguió levantar todo como había garantizado, al hacerse inviable en esta ocasión el uso de la grúa, por ser imposible el acceso al terreno.
Goyo está como en sus mejores tiempos, y es que después de entrenarse en otras antenas de tamaño medio, este bocado fue menos duro.
Qué poquito queda, ...¡¡¡pero que largo se hace con estos calores!!!.
Cuando se pone la vertical en la punta del mástil, es como cuando sacan la banderita para la foto en la cima del Everest. Todavía queda la bajada, en este caso mucho que rematar.
Por hoy se terminó la jornada, quedaron las antenas de 432 perfectamente instaladas y enfasadas en vertical, además del soporte de 1K2 que se puede apreciar del lado derecho de la imagen a la espera de sus antenas. Pero ese montaje y cableados serán para otra jornada, esperemos que menos calurosa.
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